Monday, May 11, 2015

Pampita Ardohain: “No me quiero perder el día a día”


pampita2adentro

A tan solo seis meses del nacimiento de su cuarto hijo, está radiante como acostumbra después de cada embarazo. Viajamos a Buenos Aires invitadas por Garnier para conocer su nueva variedad de coloración, de la que Pampita es embajadora, y hablamos con ella de su maternidad ‘gitana’ y de cuánto disfruta la crianza, aun cuando dice ser una madre poco relajada en cuanto a las responsabilidades escolares, aunque sus hijos “ya saben mis puntos débiles y hacen lo que quieren conmigo”, admite.
Revista Mujer / 11 mayo 2015
Por Francisca Colussa desde Buenos Aires Fotos Nicolás Levin Asistentes de fotografía Demián Scalona y Violeta Epelbaum Maquillaje Estefanía Novillo para YSL Pelo Margarita Porto para Sergio Lamensa Producción Julieta Enríquez Agradecimientos Factor Estudio
A las 7.30 de la mañana llega Carolina Ardohain, Pampita (37), para la sesión de fotos. Se ve preciosa con su pelo castaño y radiante sin una gota de maquillaje. Si no fuera porque en mitad de la producción hace una pausa para sacarse leche, es imposible detectar que estuvo embarazada hace apenas 6 meses de su hijo Benicio. La maternidad le sienta bien, no hay dudas, y la disfruta a concho con sus hijos Bautista (7), Beltrán (2) y Benicio. Además está viviendo un excelente momento profesional como jurado del reality Desafío Fashionista en Discovery Home & Health y como conductora de un programa de entrevistas (C-Mag) para un canal de cable argentino. La vida en Buenos Aires la tiene feliz.
pampita2adentro¿Cómo ha sido el regreso a Buenos Aires? Nunca nos fuimos, porque siempre estamos yendo a los dos países, los niños van al colegio en los dos países y tenemos casa en los dos lados, y familia y amigos, entonces es muy natural. Vamos constantemente de vacaciones o en fines de semana largos. Ya nos acostumbramos a esto. En mi cabeza decir que no voy a vivir nunca más en Argentina sería algo muy, muy fuerte, y para Benjamín lo mismo; sentir que se viene a Argentina para siempre tampoco podría procesarlo. Entonces, esto la verdad que nos acomoda bastante, saber que podemos estar en los dos lados…pero sí conscientes de que cuando los niños lleguen al secundario (media) la educación comienza a ser más distinta en un país que en otro, entonces ya después por lo menos vamos a tener que planear un año entero. Eso de planear por 3 meses ya no va a poder ser.
¿Cómo funciona el tema ‘colegios’ simultáneo en ambos países? El proyecto familiar es que estemos todos juntos y Benjamín se va mudando de país, entonces tenemos que acompañarlo. Lo afectivo es lo más importante y ellos mantienen sus mismos amigos cada vez que van a un lado o a otro, y si en el colegio hay alguna materia que no está en el otro, se apoya con una maestra particular.
¿Es difícil llegar a acuerdo con los colegios? Si ellos ven de tu parte un compromiso de que las materias que pierden al volver, las tengan al día, la verdad que se adaptan bastante bien y nosotros somos superresponsables con eso. Es más, se contactan semana a semana con los colegios y van haciendo la misma tarea que se está haciendo al otro lado, entonces cuando vuelven, están al mismo nivel que sus compañeros. Pero también un compromiso de nosotros como papás y que el colegio lo tiene que ver, porque si no, no sería posible.
¿No es un problema que falten a clases? Mis hijos no faltan porque viajamos; es más, son los que menos faltan. Para mí, para nosotros, el colegio es muy importante, es lo más básico. Lo que sí, tienen esa experiencia de vivir otras culturas. Pero te digo que con el colegio soy superestricta porque son etapas en que todo lo que están aprendiendo les va a servir para el resto de sus vidas, entonces en eso no me relajo mucho, quiero que también los colegios que nos reciben sepan que hay un compromiso mutuo. Pero sí, los chicos han vivido en tantos lados (España, Estados Unidos y México) que sienten que el mundo no tiene límites y les parece supernormal vivir en otro país y conocer amigos, culturas, idiomas distintos… Bautista está aprendiendo inglés y chino. Me da una admiración, porque en inglés yo soy malísima y él pronuncia espectacular.

El goce de cada embarazo

Cada vez que Pampita recuerda sus embarazos se ilumina. Es una mujer que disfruta cada semana durante la gestación y sorprende lo rápido que vuelve a su figura. “A veces es la genética, yo como rebién… si hablaras con mis amistades se matarían de risa. A veces es la naturaleza de tu cuerpo, yo vuelvo rápido a mi peso, sin mucho sacrificio, a veces es una cosa de suerte, no hago ninguna cosa loca”.
pampita1adentro-3
Tiene que haber algún secreto. ¿Cómo lo hago? ¡Soy una máquina! (ríe) Te juro, porque un bebé de 6 meses es muy demandante y la lactancia así como la doy yo (libre demanda de leche materna por un año y medio) es estar ahí todo el tiempo para sus necesidades… Y me encanta, para mí es fundamental, pero bueno, también es esclavizante, porque si vengo a trabajar 4 horas tengo que andar con mi sacaleche o a veces llego y en vez de dormir siete horas tengo que amamantar durante la noche y al día siguiente igual tengo que ir trabajar, entonces no es que dormí siete, por ahí dormí cuatro horas. Pero son épocas exquisitas, no me quiero perder el día a día, así que no me lamento por eso.
Con cuatro embarazos, ¿tuviste miedo alguna vez de perder tu figura? No, no, no ¡nunca! Y engordo lo que tengo que engordar en el embarazo, subo entre 15 y 20 kilos, pero disfruto mucho cuando estoy embarazada. Primero, porque bajo el nivel de trabajo, entonces estoy mucho en casa, cocino y estoy mucho con los chicos, es una época que gozo.
¿Te pones en un estado zen? No, más zen no, pero la figura pasa a segundo plano. No me importa para nada cuando estoy embarazada. A pesar de todo eso, igual siempre hago deporte, me encanta nadar y lo hago hasta el final del embarazo, pero no por una cosa estética, sino porque me gusta. Me siento rebién y tengo un montón de energía embarazada, no soy de las que se quedan viendo tele.
¿Eres una mamá regaloneadora? Soy todo, paso por todos los estados. Si hay cosas que me parecen fundamentales me pongo firme, y si tengo que retar o castigar, también, porque lamentablemente me toca educar, así que tengo que ser la mala de la película algún día. Pero en otras cosas soy rerregalona y (los niños) ya saben mis puntos débiles y me conquistan y hacen lo que quieren conmigo (ríe).
¿Cuál es el cambio más importante que experimentaste al ser mamá? Que te saca del eje, es una lección de humildad de ego, realmente tu propia felicidad pasa a segundo plano, las decisiones son siempre compartidas… podés pensar en el otro. Tu persona no es que deje de importar, pero no pasa a ser lo principal.
pampita3adentro-2Todos tus hijos tienen las iniciales B.V.A., ¿fue a propósito? No, se fue dando. Bautista se iba a llamar Facundo, que es un nombre reargentino, pero se filtró unos meses antes y nos dio como ¡uy qué pena!, entonces buscamos una segunda opción y fue Bautista, y luego con Beltrán como que nos sentimos obligados a que fuera con B también, jajaja, y así partió…
¿Cómo organizas tu vida profesional con la maternidad? Mi prioridad son los chicos, primero organizo esa agenda y después yo me adapto. Primero veo las actividades del mes, cumpleaños, cosas, llevarlos-traerlos y luego yo me adapto. Benjamín tiene unos horarios más estrictos, pero yo tengo muchos más días libres.
¿Ya le agarraste la mano a la crianza? Nunca le agarras la mano, te lo juro (ríe). Cuando pensás que le agarraste la mano hay alguno vomitando, otro con no sé qué o qué pataleta y hay que enseñarle a gatear al que sigue, entonces no hay que decir ya está, hay que estar constantemente todos los días. Pero sí hay otra cosa de tranquilidad, de ver las cosas distintas y sin tanta ansiedad, y de preocuparse menos por pavadas, pero después la experiencia del día a día es siempre muy intensa y me parece que va a seguir siendo así, y cuando ellos estén grandes y con hijos, va a seguir siendo así para uno. Descansás en otras cosas, pero dicen que cuando son más grandes, son preocupaciones más grandes.
¿Con Benicio cierras la ‘fábrica’ o te quieres volver a embarazar? Ahora no podría imaginarme todavía nada, porque por lo menos me queda un año más de este ritmo y seguramente después unos meses más para independizarme de Benicio, y después sí, podría ser. Uno quiere, pero después hay que ver qué es lo que Dios manda. Tal vez es el último, tal vez no.

“Aprendí a trabajar con mucho amor”


Carolina está entusiasmada desarrollando sus primeros proyectos propios. Se trata de una línea de zapatos, que la tiene encantada, y además está preparando su primer perfume. “Tuve que aprender a entrenar el olfato. Cuando me invitaron yo quería que fuera algo con lo que de verdad me sintiera identificada, un perfume que yo usaría”, cuenta. Se confiesa muy perfeccionista en el trabajo, pero ha aprendido a soltar las autopresiones y, con los años, a “trabajar con amor”, como ella misma define. “Al principio no me comprometía emocionalmente y ahora de verdad tengo clientes de muchos años y quiero que les vaya bien, quiero que vendan un montón, que estén contentos, que la campaña salga linda. Aprendí a ponerles más corazón a todas las cosas, a dar lo mejor de mí”, explica.

No comments:

Post a Comment