Figuras de la moda como Rubén Campos o Miguel Angel Guzmán califican incluso como una "rotería" los comentarios del diseñador con respecto a las invitadas a la gala.
Luciano Bráncoli había destacado antes por celebrados vestidos de novia. Como el que le hizo a Cecilia Bolocco para su primer matrimonio, con el estadounidense Michael Young. O el que le diseñó a Marcela Vacarezza para su boda con Rafael Araneda. Pero ahora llamó la atención por sus duros comentarios como crítico de modas en la transmisión de la gala del Festival. El que enviara a Sonia Fried, madre del tenista Nicolás Massú, a hacerse una liposucción fue su frase más castigada tanto en las redes sociales como por otros modistos chilenos.
Millaray Palma, que vistió a "Kenita" Larraín, es una de las más molestas por los comentarios de Bráncoli. "Decir que era de mala factura y mal hecho, no es un comentario profesional. Lo encontré vulgar, (Bráncoli) es una persona que no tiene el perfil que yo creía que tenía. Es poco respetuoso y que descalifique a todos los diseñadores nacionales es poco ético. Yo llevo 25 años de trayectoria en el rubro, puede opinar que no les gusta un color, el escote, pero el vestido no estaba mal confeccionado", acusa.
El destacado modisto Rubén Campos agrega: "Deberían poner a personas que no tienen que ver con la gala, sino con la imagen, la moda o la combinación de un vestido. Eso es lo que esperaba toda la gente... Yo respeto mucho a Jordi, es un esteta por naturaleza, pero no sé si esto es lo que vende, o no hubo una visión objetiva de lo que estaba pasando, porque casi todos los vestidos eran de Luciano. No creo que sus comentarios sean para un festival tan importante, aunque no vale la pena comentar sus dichos".
Miguel Angel Guzmán -quien caminó por la alfombra roja acompañado por la actriz Katty Kowaleczko- opina que lo expresado por Bráncoli durante la emisión de la gala "raya con la rotería. Sus comentarios eran con cuchillo en mano y no estoy de acuerdo". Mientras que de las palabras de Jordi Castell contra algunas mujeres que consideró mal vestidas dice: "Es contradictorio que a quien le han permitido ser rostro de varias campañas sea avalado en ese nivel de violencia y de improperios que no corresponden".
Claudio Mansilla, quien vistió a Carolina Mestrovic, se convirtió en la revelación de la gala. Luciendo un traje melocotón y de corte minimalista de Mansilla, la figura de Yingo fue considerada la mejor vestida de la alfombra roja viñamarina, junto a Carolina Parsons. "Descalificar a los colegas es complicado. Jordi puede, porque es más lúdico", afirma sobre el papel de Bráncoli. "Lo que más me molestó fue la agresión que hacían al resto, como en el caso de la señora Sonia Fried. La pasaron a llevar, a descalificar. Ella tiene licencias y un estilo definido y siempre ha sido así. Además, no es modelo y no se le exige nada", agrega.
Y Paulo Méndez -quien vistió a Francisca Merino, otra de las destacadas de la gala- opina: "Las críticas están relacionadas con el show. No es un análisis riguroso y estricto al diseño, es más libre para dar una opinión. En todo caso, muchos de los comentarios fueron muy asertivos".
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